Prueba del Subaru Forester: un SUV con carácter aventurero

Probamos la nueva generación del Subaru Forester, que estrena diseño y mantiene un carácter campero que le permite marcar la diferencia ante sus rivales.
En 1997 llegó al mercado el Subaru Forester, un coche que buscaba ofrecer versatilidad y mayores capacidades offroad que las de sus rivales. Esa filosofía es la que ha mantenido desde entonces y sigue vigente ahora, con la explosión de la fiebre SUV en el mercado. Ahora, el modelo japonés estrena sexta generación y ya la hemos probado.
Subaru ha querido poner al día a su modelo estrella, que se postula como el más vendido a nivel mundial para la marca. Suma 5 millones de unidades vendidas desde el lanzamiento de su primera generación y representa el 25% de las ventas del fabricante asiático en nuestro país en los últimos cinco años. Es una fórmula que funciona, sin duda.
Es por esta razón por la que el Subaru Forester no presenta una evolución radical en su nueva generación, sino una mejora de aquello que ya presentó su predecesor. Así, ha cambiado su diseño, con una nueva parrilla oscurecida, nuevos faros LED y un nuevo paragolpes frontal.
En el lateral cambian elementos como las protecciones inferiores -ahora solo en negro- y la zaga también presenta novedades. Por ejemplo, ha variado el paragolpes y destacan unos pilotos LED rediseñados y unidos por una moldura más fina.
Más allá de estos detalles, en el diseño del Subaru Forester se pueden apreciar menos molduras cromadas y nuevos diseños de llantas de aleación de 18 o 19 pulgadas en función de los acabados. Así, la estética ha variado, aunque las dimensiones apenas han cambiado: es 30 mm más largo (4.670 mm) y 15 mm más ancho (1.830 mm), pero sigue midiendo 1.730 mm de alto
Asimismo, su distancia entre ejes se mantiene en 2.670 mm, así como otros detalles importantes apenas han variado. Por ejemplo, mantiene su altura libre al suelo de 220 mm, así como un ángulo de ataque de 20,3º, ventral de 21º y de salida de 25,7º.

Siguiendo por el interior del nuevo Forester, también hay una serie de detalles novedosos que destacan. Algunos son más sutiles, como las molduras tridimensionales del salpicadero, mientras que otros se hacen más evidentes. El más destacable es, por supuesto, la nueva pantalla central de 11,6" que sirve para manejar varias funciones.
Desde aquí puedes operar sistemas como el de la climatización, aunque también hay botones más cómodos para el uso durante la conducción. Asimismo, la pantalla permite manejar un nuevo sistema de infoentretenimiento que funciona adecuadamente, aunque presenta una estética algo recargada y no es especialmente intuitivo de primeras.
Esta pantalla central cuenta también con conexión inalámbrica con smartphones mediante Android Auto y Apple CarPlay, así como es casi la única pantalla a bordo, algo raro en los coches actuales. Esto es así porque la instrumentación no es digital, sino mixta: hay dos relojes que ofrecen una buena lectura y una pequeña pantalla que muestra varios datos de la conducción con claridad.
Finalmente, sobre las sensaciones generales del interior, lo cierto es que son adecuadas. El espacio es correcto, y aunque hay bastantes materiales duros, los ajustes son buenos. No te va a dar una sensación de modernidad extrema, pero sí de robustez.
Motor del Subaru Forester: 153 CV y etiqueta ECO
La etiqueta ECO es una de las más codiciadas en la actualidad y aquí está presente mediante una mecánica e-BOXER que combina un motor bóxer de cuatro cilindros y 2 litros de cilindrada con un pequeño motor eléctrico situado en la caja de cambios. Con esto y con una batería de 0,6 kWh, solo es posible circular en modo eléctrico en maniobras y a muy baja velocidad.
Sea como fuere, permite reducir el consumo y lograr este distintivo de la DGT en un coche que rinde una potencia de 153 CV y 248 Nm de par. Esta fuerza se gestiona meidante una transmisión Lineartronic de tipo CVT y se envía a los dos ejes con un sistema de tracción total simétrica (SWAD). Eso sí, eso no es todo.
Un elemento llamativo es el sistema X-Mode, de serie en el Subaru Forester y con dos modos de conducción pensados para ofrecer la mejor adherencia en situaciones de nieve, grava suelta, barro o arena. Cuenta con dos niveles e incluye el control de descenso, que no puedes activar de forma independeinte. Además, ahora funciona marcha atrás.
Junto a esto, el fabricante japonés ha querido realizar varios ajustes para mejorar el comportamiento del coche dentro y fuera de la carretera. Por ejemplo, la rigidez torsional del chasis ha aumentado un 10% respecto del modelo predecesor y el motor ha recibido 24 mejoras, tales como la junta de la culata, el radiador, el árbol de levas, el bloque del motor, etc.
¿Cómo va?

Este no es un SUV idéntico a otros del mercado y eso es algo que notas en cuanto empiezas a conducir el Subaru Forester. De entrada, lo primero que me sorprende es su visibilidad, gracias a unas ventanillas significativamente más grandes que las de otros coches nuevos similares. Sin duda, es algo que ya no destaca tanto en los modelos actuales.
Por otro lado, también la conducción es diferente a la que te esperas en un todocamino convencional. El tacto de la dirección no es tan directo como esperas y es más bien blanda, al igual que la suspensión, lo que hace que el paso por curva no sea especialmente estable. Ahora bien, es bastante cómodo en carretera.
Junto a esto, el motor trabaja con suavidad y rinde adecuadamente en la mayoría de los casos, pero sentirás la sensación de que a veces te quedas algo justo de potencia en determinadas cuestas y adelantamientos. Es así también por el cambio de tipo CVT, que te deja algo vendido cuando necesitas potencia inmediata, así que te tendrás que acostumbrar.

Asimismo, otro detalle al que te tendrás que hacer si conduces un Forester es el del sonido en el interior. La insonorización ha mejorado respecto de la pasada versión y es cierto que el motor no se adentra demasiado en el habitáculo, pero lo que sí se deja notar es el ruido aerodinámico en autopista. Al fin y al cabo, se trata de un coche de formas angulosas.
Estas son las mayores pegas en carretera a bordo del SUV japonés, que por lo demás ofrece bastante comodidad a bordo y un funcionamiento suave en casi todas las situaciones. Te puede llevar del punto A al punto B sin problemas y con unos consumos que pueden situarse en torno a los 7 u 8 litros en trayectos principalmente desarrollados por carretera.
Así, en asfalto cumple lo que debe, aunque es fuera de este entorno donde el todocamino de Subaru siempre ha marcado la diferencia. No tienes una marcha reductora como tal, pero sí una tracción 4X4 y un sistema X-Mode que te permiten llegar a lugares que otros coches no podrían alcanzar.
Por supuesto, este no es un todoterreno como tal y la altura libre al suelo limita mucho, de manera que no puedes hacer frente a obstáculos muy extremos. Sin embargo, puedes moverte por zonas embarradas y caminos con total comodidad, así como afrontar subidas y cruces de eje más complejos.

Los cruces de eje no son un problema y las subidas se pueden manejar sin problemas con el X-Mode y con dos factores que te ayudarán en multitud de situaciones durante la conducción off-road: la inercia y la aceleración constante, sin sobresaltos. Así, el Subaru Forester puede salvar más obstáculos que los que esperas.
Junto a esto, el control de descenso también te permite bajar grandes pendientes con facilidad, dejándote acelerar para aumentar el ritmo en ocasiones y sin desconectarse por ello, como sí sucede en otros coches. De esta forma, te sacará de más de un apuro sin complicaciones.
Al fin y al cabo, de eso trata el Subaru Forester. No es un todoterreno como tal ni pretende serlo, pero tiene un concepto más aventurero que te da más confianza fuera de la carretera y que lleva sus capacidades más allá de lo convencional.
Precio y rivales
El precio del Subaru Forester arranca en 40.400 euros con los descuentos de la marca y en 37.400 euros con financiación. También es posible contar con él por 316,68 euros al mes con entrada de 10.500 euros durante 48 meses o 10.000 km con la alternativa multiopción y por 615 euros al mes por la misma duración mediante el renting.
Mientras tanto, entre sus rivales encontramos modelos como el Nissan X-Trail, desde 38.100 euros en su versión e-4ORCE 4X4 de 213 CV. Asimismo, el Honda CR-V asciende a 56.565 euros en su variante Advance Full Hybrid 4X4 de 184 CV. Finalmente, otra opción puede ser el KGM Torres, desde 43.500 euros (38.500 euros con descuentos) en su variante AWD de 163 CV.
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Valoración
El Subaru Forester nunca ha sido un coche convencional y sigue sin serlo. Es un SUV, y aunque no se presenta tan tecnológico y refinado como otros, es mucho más versátil y sincero, así como una buena opción para aquellos que sí piensen salir del asfalto de vez en cuando.
Lo mejor
La sensación de robustez, la visibilidad y el buen rendimiento fuera del asfalto para lo esperado en coches de su clase.
Lo peor
La potencia se siente algo justa, el cambio CVT te abandona cuando quieres velocidad y el sonido del viento se deja notar en autopista.