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Mercedes ha convertido el Clase G en un coche eléctrico, el G580. ¿Insulto a un icono o genialidad? Lo probamos

Foto del redactor Luis I. GuisadoFoto del redactor Luis I. Guisado

Hemos probado uno de los coches más controvertidos de este año. El Mercedes G580 es el nuevo Clase G eléctrico y no le falta de nada... salvo los cilindros. ¿Herejía?

Puede que hace 45 años nadie hubiera imaginado que el todoterreno que ofrecía Puch se fuera a convertir en un icono. Pero el caso es que se ha adaptado tan bien que ahora hablamos de unos de los modelos más emblemáticos de Mercedes y lo que te voy a contar es la prueba del G580. El primer Clase G eléctrico.

Si soy sincero, esta es una prueba que me resulta chocante. Lo primero, porque al hablar del nuevo Mercedes G580, hablamos de un G de batería (la más grande de la marca, con 12 módulos y 116 kWh) y cuatro motores eléctricos, uno en cada rueda, algo que hace un par de años sonaba a ciencia ficción.

Pero también porque fuera la silueta del N465 (así es el código de este modelo, frente al W465 de los de combustión) se mantiene prácticamente invariable: líneas angulosas, paneles rectos y una aerodinámica que provoca sudores fríos a cualquier coche eléctrico de última hornada.

Y es que no le falta de nada de lo habitual... más o menos: las aptitudes offroad permanecen (o mejor dicho son tan altas que es complicado encontrar su límite en un uso campero nivel ser humano normal), y solo echarás de menos el sonido de los cilindros bajo el capó.

Los cambios, los justos para mantenerse al día. El paragolpes delantero es nuevo (también el trasero), y los pilares A se han retocado algo para que se lleven mejor con el viento. Relacionado con esto, también aparece un pequeño spoiler en la zona del techo para canalizar mejor el viento (recorre toda la línea lateral).

Un interior clásico con detalles modernos

Prueba Mercedes G580 2025

Inicio la prueba saltando (literal) al interior. Abro la puerta con la manilla clásica y la cierro como es habitual: con un buen portazo. Hay cosas que no cambian... y que los involucrados en el desarrollo no han querido cambiar, hasta el punto de que ha habido ingenieros de sonido involucrados en este aspecto.

Acomodado en unos asientos dignos de un coche de su precio (196.000 euros), echo un vistazo alrededor. Aparecen volantes nuevos y detalles como el acceso y arranque sin llave.

En principio todo está donde ha estado siempre. La pantalla de relojes que ahora es digital se complementa con la del infotainment. Ambas tienen 12,3", albergan el mismo sistema MBUX de los Mercedes modernos y se puede manejar con un touchpad al estilo de los Lexus de hace unos años, pero que no está tan mal: pensaba que me iba a llevar peor.

Lo que cambia, aunque no a primera vista, es la botonera de las opciones offroad. Aparece un pulsador para un centro de control todoterreno con el que puedes monitorizar parámetros como el funcionamiento de los motores, la inclinación, etc.

En los Clase G de combustión hay justo debajo una botonera para los tres bloqueos, que en el eléctrico se cambia por el conmutador "Low Range" con el que se activa una especie de reductora, y que desbloquea dos funciones nuevas: G-Turn y G-Steering, a las que llegaré en un momento.

Al volante del Mercedes G580: es suave, es gastón, es... ¡pesado!

Prueba Mercedes G580 2025

Comienzo a conducir con sonrisa: no deja de ser curioso avanzar en silencio (la insonorización está muy lograda a pesar de estar luchando contra un muro de aire) en un eléctrico con la dinámica de un coche con chasis de largueros y travesaños sobre la que va la carrocería autoportante.

En línea recta no se nota: avanzas con estilo y los 'haters' de los eléctricos no te van a mirar mal porque no van a adivinar que vas gastando electrones

Gastándolos, además, a un ritmo desenfrenado, porque verás cifras de 40 kWh/100 km. ¡Y yo me quejaba al ver 19 o 20 durante la prueba del Mercedes EQE 350 SUV!

Pero no creo que quien se compre este modelo ande mirando cifras de consumo. Sí que se fijará en cómo se conduce, y ahí cumple. La estabilidad lineal es mejor que buena y las suspensiones, que son convencionales, se adaptan a las ondulaciones de la carretera sin rechistar.

La complicación, si se le puede llamar así, llega a la hora de salir a una carretera secundaria. No es un coche con el que plantarle cara a un compacto deportivo. Eso te lo va a dejar claro en cuanto llegues a la primera curva y veas que la dirección no es tan precisa como en un Mercedes-AMG A45 o que los 3.000 kilos se empeñan en seguir los dictados de Newton y no los tuyos.

Nada grave si te tomas las cosas con calma. Ahí vas a disfrutar de una conducción suave y silenciosa. De nuevo las suspensiones trabajan de maravilla y no te van a dar quebraderos de cabeza porque no te van a atormentar con más cabeceos o balanceos de la cuenta.

Además, con un par de 1.164 Nm que complementan a los 587 CV (147 CV por rueda), los adelantamientos los vas a hacer en un suspiro. Por cierto, un detalle: es el modelo más potente de la familia porque Mercedes ha publicado una potencia homologada de 2 CV más que el AMG G63...

Conducción en campo: una nueva dimensión

Prueba Mercedes G580 2025

También he podido probar el Mercedes G580 en campo, en una ruta sencilla, pero que ha dejado en evidencia lo que todos sabemos: sus aptitudes offroad son descomunales.

Me lo ha mostrado al avanzar sobre terreno roto. De nuevo tengo que mencionar a las suspensiones, pues mantienen las tres toneladas bajo control: reaccionan bien al enfrentarse a ondulaciones de alta frecuencia, y también a irregularidades más profundas.

Lo mismo ocurre con la dirección, que te pasa información de lo que ocurre en el camino sin llegar a ser molesta. Las imprecisiones que aparecen en el asfalto aquí quedan relegadas a un segundo plano y queda claro que un Clase G siempre es un Clase G en campo.

En cuanto a la propulsión eléctrica... Bueno, si eres un purista a lo mejor tienes que dejar de leer aquí, porque con el N465 la cosa cambia algo: tienes más de 1.000 Nm de inmediato que se dosifican de maravilla y que te dejan ir tan despacio y suave como necesites.

Además, puedes activar el modo Low Range para avanzar con mayor precisión por zonas rotas, donde solo la anchura puede resultarte algo incómoda, ya que con 4,67 metros de longitud, no es tan largo como para resultar torpe en este aspecto.

Además, durante el tramo off road pude probar dos "inventos" para facilitar la vida: el modo G-Steering y el G-Turn. El primero funciona como una especie de freno de mano tradicional, porque bloquea la rueda trasera interior para facilitarte las maniobras en giros cerrados. 

La verdad es que es bastante útil, porque te coloca el coche sin apenas dificultad, siempre que no superes los 25 km/h, que es cuando se descoloca.

El otro en teoría sirve para dar la vuelta sin hacer maniobras porque te permite hacer giros de 360 grados, por lo que los cambios de sentido comprometidos quedan como un recuerdo del pasado.

Mercedes G580: eléctrico, ¿sí o no?

Como conclusión, podría decir eso de "sentimientos encontrados". El coche en sí es una pasada. Mantiene su forma icónica, lo que es un punto muy a favor. No solo eso, sino que se han sabido preservar el tacto general de los Clase G de siempre, lo que me encanta.

Además, probablemente, sin este modelo no podrían existir los Mercedes W465 a medio plazo por las restricciones que se avecinan, desde el 450d al AMG 63 de 585 CV, por lo que en ese aspecto es bienvenido. Otra cosa es que como coche eléctrico sea un modelo poco eficiente, pero eso, como he comentado al hablar del consumo, no creo que le importe a quien se haga con uno... 

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Etiquetas: Todoterrenos

Valoración

Un Clase G siempre es un Clase G. esta es la variante más controvertida de la familia, pero no tiene nada de lo que avergonzarse porque mantiene la esencia de conducción de los modelos de combustión. Es una apuesta arriesgada de Mercedes, pero seguro que acaba funcionando.

Lo mejor

Mantiene la esencia de lo que es un Clase G, tacto clásico, comodidad de marcha, silencio, espacio interior, aptitudes offroad

Lo peor

Es muy pesado, cifra de consumo real y autonomía, dinámica al subir el ritmo, tacto del pedal del freno con mucho recorrido