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Probamos el Countryman más sencillo: el Mini se hace Maxi

Foto del redactor Luis I. GuisadoFoto del redactor Luis I. Guisado

El nuevo Mini Countryman tiene un sistema de 48 voltios 'mild hybrid'. Ahora es un coche más maduro y mejor asentado en el asfalto, pero con algo menos de frescura.

El Mini Countryman C 170 de esta prueba ha crecido, y de qué manera. No me refiero en tamaño, sino en sentido figurado: es más maduro, asienta mejor y en general es mejor coche. 

Además, ahora la versión básica, denominada C, tiene un motor de 156 CV y está apoyado por un motor eléctrico que aporta 14 kW adicionales para situarse en unos apetecibles 170 CV, que le permiten avanzar con ligereza en casi cualquier situación y acelerar de manera muy lineal en toda la gama del velocímetro.

A cambio, hay que reconocer que ha perdido algo de frescura, aunque supongo que con el paso del tiempo es algo que inevitablemente acaba ocurriendo. 

Aunque no creo que sea negativo: ahora, al volante del Countryman de esta prueba, creo que se acerca mucho al BMW X1, con quien comparte algo más que grupo empresarial, para ofrecer una madurez en la marca y en sus interiores que probablemente pueda enganchar a un mayor número de compradores que buscan más imagen que sensación de deportividad.

El Mini Countryman ha crecido, pero no solo en tamaño: es más maduro (y serio)

También se nota en el salpicadero, con un aspecto más sobrio, aunque eso no quiere decir que no sea desenfadado o que no tenga detalles simpáticos. Por ejemplo, para arrancar el coche tienes que girar un pulsador como si fuera una llave. 

También llegan algunas actualizaciones y modificaciones, como el selector de modos de conducción, que ahora se llaman 'Experiencias', para ofrecer eso, una "experiencia inmersiva", en palabras de la marca. 

Traducido al mundo real, significa que puedes cambiar la iluminación interior, el sonido y los gráficos de la pantalla, así como activar por defecto otras funciones (como el masaje de los asientos, si está disponible, en el modo Balance).

Un buen interior llamativamente espacioso para ser un Mini

En cuanto a las plazas traseras, hay mucho espacio para las rodillas, la cabeza y los pies porque en general mucho hueco detrás. Además, la postura y el tamaño de los asientos está muy bien, con un mullido bastante decente.

Siguiendo con el tema de la utilidad, en su maletero más que decente he medido entre 0,79 y 1,61 metros de profundidad cuando abates los asientos, lo que son unas buenas cifras.

Pero creo que si hablo de inmersión en el mundo Countryman, lo mejor es conducirlo. Acomodado en los asientos delanteros, todo queda al alcance la mano y estoy bastante cómodo: me sorprendo apuntando en mi libro de pruebas que es "más BMW que Mini", aunque eso no quiere decir que esté más aburguesado.

En carretera: muy bien asentado y ágil

Pisa firme y la suspensión adaptativa puede ser tan dura como quieras (en la 'Experiencia Go-Kart', que sería el modo Sport) y lo cierto es que le pega bien a una dirección muy rápida, precisa y directa que hace que subas el ritmo sin querer cuando la cosa se retuerce. 

Y como el eje trasero es tan obediente, sigue al delantero sin rechistar y sin malos modos. Tanto es así, que a veces te sorprende el que el ESP intervenga tan pronto.

Parte de la responsabilidad la tiene el motor. Antes de empezar laprueba, tenía mis reparos con respecto al gasolina de 156 CV, pero es cierto que con ambos propulsores trabajando a la vez se le nota brío y ganas de revoluciones.

A la hora de medir las prestaciones se refleja en unos buenos datos: acelera de 0 a 100 en 8,3 segundos, que es justo la cifra oficial, y hace el 60 a 100 en 3,5 segundos y el 80 a 120 en 4,6, lo que significa que vas a poder hacer adelantamientos con seguridad, aunque tendrás que pisar el acelerador con ganas para que la caja de cabios haga el kickdown en el momento adecuado.

Pero no hace falta ir con el cuchillo entre los dientes: la 'Experiencia Core' (equivale al modo Normal) está ahí para el día a día, aunque también puedes optar por la configuración 'Green', que corresponde al antiguo modo Eco. 

Aquí, si te tomas las cosas con calma y practicas una conducción suave, puedes reducir el consumo y ver una cifra real de 7,2 litros por cada 100 km, lo que no está nada mal, aunque es 1,1 litros superior al oficial.

Para terminar con esta prueba, echo en falta un poco de esa frescura que tenía este modelo cuando apareció. Y es que el Countryman, el primer SUV que presentó Mini, llegó con algunos puntos flacos, como unos materiales justitos, pero con una dinámica muy buena como tarjeta de presentación.

Ahora ha mejorado mucho en su interior, donde no puedes sacarle (casi ninguna) tacha importante, pero a cambio su estabilidad, su aplomo y su manera de pisar el asfalto lo convierten en un coche dinámico, pero no tan divertido de conducir. Lo que, probablemente, sea algo que busca todo aquel que se decida por este modelo.

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Etiquetas: SUV, SUV compacto

Valoración

Es mejor en todos los sentidos, y además pisa de maravilla. Me echa para atrás el subidón en el precio, sobre todo si quieres personalizarlo, y que haya perdido parte de esa agilidad clásica a favor de algo más de tranquilidad, quizá para alcanzar mejores ventas. Pero es un modelo prácticamente intachable.

Lo mejor

Ha mejorado la calidad interior, espacio en las plazas traseras, maletero, dinámica, muy asentado en la carretera.

Lo peor

Ha perdido alegría en conducción deportiva, los menús digitales no son demasiao claros, retiene mucho el sistema 'mild hybrid'.