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China es el principal mercado automovilístico del mundo. Pero Volkswagen acaba de vender una planta allí

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El Grupo Volkswagen acaba de confirmar la venta de una planta de producción de coches en China que mantenía como parte de su joint venture con SAIC Motor.

La situación dentro del Grupo Volkswagen lleva unos meses siendo delicada. Factores como el aumento de los costes de producción, una mayor competencia y una disminución de las ventas en algunos mercados clave ha puesto contra las cuerdas al gigante alemán de la automoción, hasta tal punto que hace tiempo que se habla de la posibilidad de cerrar fábricas.

Tanto Volkswagen como Audi estudian la posibilidad de reestructurar sus cadenas de producción en Europa cerrando algunas plantas donde fabrican coches, lo que podría llegar acompañado de despidos, aunque el comité de empresa de la compañía cree que el fabricante podría evitarlos mediante recortes salariales.

Por su parte, el director ejecutivo de la marca Volkswagen, Thomas Schäfer, reveló a principios de esta semana que no veía cómo la empresa podría alcanzar sus objetivos sin cerrar al menos una fábrica en Alemania.

Mientras tanto, el grupo empresarial está tomando las primeras medidas con el objetivo de revertir esta delicada situación. El primer movimiento se ha producido en el principal mercado automovilístico del mundo, China, donde Volkswagen acaba de anunciar la venta de una de sus fábricas de coches en la región noroccidental del país, en Xinjiang.

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Volkswagen vende una planta de producción en China

Esta planta formaba parte de la joint venture que el Grupo Volkswagen mantiene junto al fabricante chino SAIC Motor. La empresa conjunta operaba en la región produciendo coches que luego se ponían a la venta en el mercado de China.

En un comunicado publicado ayer, el Grupo Volkswagen indica que la razón que ha motivado la venta de esta planta de producción se debe a “razones económicas” y que se ha vendido a una unidad de la empresa estatal china Shanghai Lingang Economic Development.

Sin embargo, esta fábrica ha sido objeto de presiones externas para abandonar la zona en los últimos años. Está situada en una provincia poblada por la minoría musulmana de los uigur y ha recibido críticas por presuntas violaciones de los derechos humanos que afirman que se llevaban a cabo prácticas de trabajos forzados.

Desde China y Volkswagen se ha negado reiteradamente que se hayan producido este tipo de abusos en la planta de Xinjiang. Sin embargo, la marca alemana abandona la fábrica después de venderla, aunque no dejará de operar en el fructífero mercado chino.

De hecho, al mismo tiempo que se anunciaba la operación de venta de la fábrica en China, el Grupo Volkswagen ha hecho oficial que amplía su acuerdo de cooperación con SAIC Motor a través de su joint venture durante otros diez años, de 2030 a 2040.

Al mismo tiempo, la marca planea revitalizar las ventas desarrollando una nueva gama de vehículos que incluirá hasta 18 nuevos modelos para 2030, de los cuales, 15 serán exclusivos para el mercado chino y ocho de ellos serán coches eléctricos. Los dos primeros automóviles de esta nueva hornada llegarán al mercado a principios de 2026.

Además de lanzar nuevos coches en el mercado chino, Volkswagen tiene previsto reducir sus emisiones de CO2, vender cuatro millones de coches al año y alcanzar una cuota de mercado del 15% en China.

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Etiquetas: China, Industria