Logo Autobild.es

Compra un Dodge de 1969 y se encuentra una increíble sorpresa bajo el capó

Compra un Dodge de 1969 y se encuentra una increíble sorpresa bajo el capó

Al parecer, no todos los coches que llevan años sin utilizarse acaban en mal estado. Y este Dodge Super Bee de 1969 es un ejemplo de ello. Te lo mostramos. 

La mayoría de los coches clásicos que pasan décadas sin usarse suelen salir con todo tipo de problemas que pueden resultar realmente caros de arreglar. Paneles de carrocería oxidados, motores atascados y la falta de componentes clave son algunas de las situaciones más comunes. 

Pues bien, este Dodge Super Bee de 1969 demuestra que guardar el coche y no usarlo durante años no tiene porqué ser algo negativo o estar asociado a problemas graves como los que mencionamos anteriormente. 

Desenterrado por el usuario de Youtube @RedBanksClassics, este muscle car de la era dorada pasó unos buenos años escondido. Pero, a diferencia de la mayoría de los clásicos que fueron retirados por diversos problemas, este Super Bee no se convirtió en chatarra

Al llegar al garaje, nuestro anfitrión se encontró con un Mopar que había sido preparado para su restauración. Mostrando más imprimación que su pintura roja original, el Super Bee volvió a ver la luz con paneles de carrocería más sólidos.

Ni es alemán ni americano, pero este coche eléctrico chino respira calidad por los cuatro costados

Es cierto que el coche aún no está listo para entrar en la cabina de pintura, pero está en mucho mejor estado que la mayoría de los Super Bees encontrados en graneros que se han podido ver en los últimos años. 

Aún no está claro si los faros delanteros y las molduras que se retiraron están todavía con el coche, pero no son muy difíciles de encontrar. A primera vista, el interior es un gran desastre. Todo está sucio y falta el asiento original. 

También se han retirado las alfombrillas, pero su ausencia revela una gran noticia: los paneles del suelo están en buen estado. Lo cierto es que es poco común para un vehículo que ha estado parado mucho tiempo.

Una sorpresa al abrir el capó

El nuevo propietario se llevó una gran sorpresa al abrir el capó, porque ese gran trozo de metal escondía un motor restaurado. Es cierto que no tiene muy buen aspecto bajo una gruesa capa de polvo, así como le faltan algunos componentes (incluido el carburador), pero un V8 recién restaurado es mucho mejor que un motor de 50 años que no gira.

Chevrolet Camaro

Pero, ¿es la unidad original? Bueno, eso sigue siendo un misterio, pero es muy posible que lo sea. Lo que sí sabemos es que se trata de un V8 de 383 pulgadas cúbicas (6,3 litros) asociado a un cambio automático de tres velocidades, una pareja que sí estaba disponible en el Super Bee en 1969.

Presentado en 1968 como el muscle car básico de Dodge, el Super Bee permaneció en los concesionarios durante únicamente cuatro años. 1969 fue su año de mayor éxito, con 27.800 unidades vendidas. Nada menos que 25.727 de estos Super Bees estaban equipados con el 383 V8. 

Sí, está lejos de ser raro, pero esa cifra puede reducirse si añadimos el estilo de carrocería coupé y la transmisión automática a la ecuación. En concreto, es uno de los 3.695 ejemplares con este estilo de carrocería y transmisión.

No es, ni de lejos, tan escaso como el Six-Pack de 440 pulgadas cúbicas (7,2 litros) o el HEMI de 426 pulgadas cúbicas (7,0 litros), pero el propietario lo llama el “unicornio” de su colección actual. Así que, por su nombre, no creo que esté nada mal.

Conoce cómo trabajamos en Autobild.

Etiquetas: Coches americanos