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Comprar coche eléctrico en 2025, porque es una buena opción esperar al año que viene

Comprar coche eléctrico en 2025

Esperar unos meses puede tener ventajas.

Seamos sinceros: la mayoría de la población española ni está pensado ni puede permitirse dar un salto a los coches eléctricos. Todavía son muchos los escollos que hay para dar ese salto, pero poco a poco se van superando. Es por eso que esperar puede tener previo y te vamos a explicar porque es mejor esperar para comprar un coche eléctrico en 2025.

Empezamos por el punto que puede echarte para atrás a la hora de retrasar la compra: el Plan MOVES III. El actual plan terminará con el año 2024 y, por el momento, no se sabe nada sobre su hipotética extensión al que viene.

Fabricantes y vendedores iban a reunirse con el Gobierno para negociarlo durante estos días, pero la crisis de la DANA ha pospuesto el encuentro. Es de esperar que se prolongue, así que a priori no debería haber cambios en términos de cuantías (hasta 7.000 euros si se achatarra un coche antiguo), pero si existe la posibilidad de que en las negociaciones se mejoren las condiciones

Y es que el programa de ayudas no es que funcione precisamente bien, con tiempos de espera larguísimos que echan para atrás a los compradores y que han sido las propias marcas quienes han tratado de subsanar, con muchas de ellas adelantándolas a sus clientes. 

 

Es posible que en la nueva negociación se exija que la ayuda sea directa o inmediata, y además se podrían cambiar aspectos polémicos como el hecho de que haya que tributar por las mismas.

Por esos, aunque no haya seguro, quizá sea buena idea esperar unos meses a ver en qué queda el nuevo acuerdo, que se empezará a aplicar como pronto en enero de 2025.

Dejando a un lado temas institucionales, otro aspecto que preocupa es el tema de las redes de recarga. A este respecto, lo cierto es que una diferencia de algunos meses no va a suponer ningún cambio alguno, puesto que la infraestructura de está ampliando de manera regular.

Nueva remesa de coches eléctricos baratos

Sin embargo, sí que hay un punto clave por el que merece la pena esperar a 2025 para comprarse un coche eléctrico: van a llegar al mercado coches mucho más baratos que los actuales, con bastantes modelos por debajo de los 30.000 euros, otros tantos con una cuantía inferior a los 25.000 e incluso alguno que bordea los 20.000 euros por encima.

Es una tendencia que en el mercado se ha empezado a ver con, por ejemplo, el nuevo Citroën C3 y su versión Aircross, pero el año que viene se acrecentará y la variedad disponible será mucho mayor.

El caso del Renault 5 es representativo. El icono francés parece haber caído con muy buen pie y ha generado mucha expectación. Ya está a la venta, aunque actualmente solo en sus versiones superiores, lo que implica que su precio de partida es de 32.900 euros. 

Sin embargo, a mediados de 2025 llegará la esperada versión de acceso, lógicamente con un apartado técnico más limitado (95 CV y batería de 40 kWh), pero con una tarifa de 24.900 euros antes de ayudas, lo que lo coloca como un utilitario estiloso que más de un potencial cliente puede considerar seriamente como su segundo coche.

A esta fiesta, como es lógico, también se van a apuntar los fabricantes chinos, que, a la espera de ver cómo digieren los aranceles impuestos por Europa, tienen en cartera coches eléctricos baratos que van a desembarcar en España.

Ya han abierto la veda modelos como el Dongfeng Box, un pizpireto utilitario con hasta 340 km de autonomía que está disponible desde 21.990 euros (14.990 euros con ayudas); y el Leapmotor T03, un urbanita (3,62 metros) de 95 CV que tiene un rango de hasta 395 km (ciclo urbano) y que con ayudas cuesta solo 11.900 euros).

Se espera que en 2025 por fin llegue a Europa el BYD Seagull, un superventas en su mercado nacional que mide 3,78 metros, tiene 74 CV y hasta 405 km de autonomía, que en su país se vende por unos 10.000 euros al cambio. Aunque es imposible que mantenga esa tarifa en el Viejo Continente, debería mantener un precio muy competitivo igualmente.

A todo ello hay que sumar el resto de fabricantes tradicionales que, tras lanzar coches en segmentos medios y superiores, han tenido a bien postular modelos para los segmentos de acceso.

Algunos ya se han presentado en sociedad, como el caso del Fiat Grande Panda, con un diseño retrofuturista, más grande que el Panda de toda la vida, con el motor de 113 CV del C3, batería de 44 kWh, 320 km de rango de acción y un precio que será inferior a los 25.000 euros.

Hyundai también ha movido ficha con el Inster, que se asemeja a un Suzuki Ignis por concepto, Mide 3,83 metros de largo, ha anunciado variantes de 97 y 116 CV, y hasta 350 km de autonomía. No se ha anunciado su precio, pero seguirá la línea general.

Además, por fin se lanzará el Cupra Raval de producción y lo mismo debería ocurrir con su primo, el Volkswagen ID.2.

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