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Elon Musk ha decidido no abrir una Gigafactoría en México. La respuesta del país será fabricar un eléctrico barato ellos mismos

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Elon Musk no cree que sea buena idea abrir una gigafactoría de Tesla en México. Claudia Sheinbaum ha dejado claro que harán su propio coche eléctrico económico.

La expansión del coche eléctrico ha tomado una relevancia crucial en el escenario de la geopolítica internacional. Tanto Europa como Estados Unidos han decidido unir fuerzas para imponer barreras arancelarias con el objetivo de frenar la entrada masiva de vehículos eléctricos fabricados en China. 

Sin embargo, China no planea quedarse atrás y ya tiene estrategias en marcha para sortear estas barreras. Entre ellas destaca la producción de kits que se pueden ensamblar y desensamblar con facilidad, lo que les permitiría eludir parte de estos aranceles. Pero este no es el único as que China tiene bajo la manga. 

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Tesla y su gigafactoría en México 

El gigante asiático también está centrando su atención en México, con la intención de convertirlo en una vía de entrada clave para el mercado estadounidense. Aunque esta jugada parece estratégica, aún no está claro si México también será objeto de aranceles por parte de Estados Unidos, una posibilidad que ha generado incertidumbre en las decisiones de algunas empresas, como es el caso de Tesla. 

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De hecho, las dudas sobre los aranceles han puesto freno a los ambiciosos planes de la compañía de Elon Musk de construir una gigafactoría en territorio mexicano. Pese a las expectativas iniciales, la situación actual ha obligado a Tesla a reconsiderar sus proyectos, lo que ha creado un clima de incertidumbre sobre la posible expansión de la producción de vehículos eléctricos en México.

En el contexto de estos desafíos, el gobierno mexicano ha optado por no quedarse de brazos cruzados. La actual administración, encabezada por Claudia Sheinbaum, actual presidenta de los Estados Unidos Mexicanos, ha confirmado que su plan es impulsar la fabricación de coches eléctricos económicos en México. 

Sin embargo, este proyecto, aunque ambicioso, está lejos de ser sencillo y enfrenta una serie de obstáculos que podrían ralentizar su implementación. Uno de los puntos más polémicos en esta historia es el estancamiento del proyecto de Tesla para establecer una gigafactoría en México. 

Gigafactory 2

Hace más de un año, la compañía anunció sus intenciones de abrir una nueva planta en el estado de Nuevo León, pero las dificultades no tardaron en aparecer. Una de las principales preocupaciones del anterior gobierno de Manuel López Obrador era el elevado consumo de agua que requieren estas plantas, lo que ralentizó las negociaciones y la ejecución del proyecto. 

A pesar de que Tesla sigue considerando la posibilidad de abrir la planta, la construcción no ha comenzado, y algunos expertos creen que podría no llegar a concretarse. Además, la incertidumbre sobre el futuro político de Estados Unidos ha añadido una nueva capa de complejidad a la situación. 

Aranceles, despidos y electricidad

Elon Musk, que ha expresado públicamente su apoyo a Donald Trump, ha señalado que las políticas de aranceles que el expresidente podría implementar en caso de ganar las próximas elecciones podrían tener un impacto negativo en las inversiones de Tesla en México

tesla cybertruck

Según Musk, si los aranceles a los productos fabricados en México se concretan, "no tendría sentido invertir mucho en México". Esto significaría no sólo la pérdida de empleos locales, sino también la falta de disponibilidad de Teslas fabricados a precios competitivos en el país.

Donald Trump y Elon Musk

A pesar de los problemas que enfrenta Tesla, otros actores del sector automovilístico no han perdido tiempo y están avanzando en sus propios planes. Uno de los rivales más destacados es la empresa china BYD, que sigue adelante con la construcción de una fábrica en el centro de México

Además, el mercado mexicano ha visto un aumento en la llegada de vehículos eléctricos chinos, como los modelos de la marca ARRA. Ante este panorama, la presidenta Sheinbaum ha respondido con una postura firme, prometiendo que México también tendrá su propia línea de vehículos eléctricos asequibles, fabricados en su totalidad en el país.

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En una reciente declaración, Sheinbaum comentó que, en su opinión, los vehículos de Tesla son demasiado costosos para el público mexicano. Incluso el Model 3, que ronda los 30.000 dólares, se considera fuera del alcance de la mayoría de los consumidores. 

Por esta razón, la presidenta ha subrayado la importancia de aprovechar el talento de las empresas e investigadores locales para desarrollar un automóvil eléctrico compacto y económico. "El objetivo es crear cadenas productivas que nos permitan ensamblar este coche eléctrico en nuestro país", aseguró Sheinbaum. 

Asimismo, dejó claro que la idea es fomentar una industria automotriz nacional capaz de competir a nivel internacional. No obstante, aunque el proyecto suena prometedor, existen serias complicaciones que podrían dificultar su éxito. Uno de los problemas más urgentes es el costo de la electricidad en México

Donald Trump en Richmond, Virginia (2024)

Retos para el futuro del coche eléctrico en México 

Aunque actualmente hay subsidios para el consumo doméstico, estos sólo cubren un determinado nivel de consumo. Una vez que se supera ese umbral, las tarifas eléctricas aumentan considerablemente. Esto significa que cargar un coche eléctrico podría ser un lujo para muchas personas, especialmente en regiones donde la infraestructura eléctrica es deficiente.

Otro desafío significativo tiene que ver con el suministro de litio, un mineral clave para la fabricación de baterías. A principios del año pasado, México nacionalizó sus minas de litio, con la esperanza de asegurar un suministro estratégico para la industria de los coches eléctricos. 

Sin embargo, el verdadero desafío no es la extracción del litio, sino su transformación en baterías, un proceso extremadamente costoso. El propio López Obrador reconoció que el país necesitará inversión privada para desarrollar la infraestructura necesaria para producir baterías, ya que el gobierno no tiene los recursos suficientes para hacerlo por sí solo. 

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Sin baterías, el sueño de fabricar un coche eléctrico 100% mexicano a bajo costo se convierte en una meta difícil de alcanzar. Además de estos problemas, el gobierno de Sheinbaum aún no ha proporcionado detalles concretos sobre el precio final del vehículo eléctrico que planean producir, lo que genera incertidumbre sobre su viabilidad en el mercado. 

Para complicar aún más las cosas, este coche tendrá que competir con modelos eléctricos chinos que ya están disponibles a precios extremadamente bajos, en algunos casos por menos de 1.000 dólares.

Aunque los planes de México para fabricar coches eléctricos son ambiciosos, está claro que enfrentan una serie de obstáculos. El tiempo dirá si el país logra superar estos desafíos y convertirse en un jugador clave en el mercado global de vehículos eléctricos. Mientras tanto, las barreras arancelarias y las tensiones políticas y económicas seguirán moldeando el futuro de esta industria. 

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Etiquetas: Tesla, Elon Musk