Nota 7
El Opel Grandland X es algo parecido al 'hermano mayor' del reciente Opel Crossland X. Ambos vehículos, pertenecientes al segmento crossover y con un desarrollo completamente nuevo, han sido las grandes novedades de la marca del rayo en 2017.
Ambos combinan la polivalencia del vehículo SUV con un alto nivel de dinamismo y un moderno diseño exterior. El Opel Grandland X quiere encajar el dinámico estilo de vida actual con ese potencial fuera de carretera tan atractivo gracias a una elevada posición de conducción, una buena visibilidad perimetral, la facilidad para entrar y salir del habitáculo y un gran espacio interior en el que transportar equipaje.
El conjunto combina la robustez del vehículo SUV con la elegancia y un concepto de diseño interior que pretende ofrecer un gran confort junto a un elevado nivel de practicidad y habitabilidad. Opel espera que el nuevo Grandland X sea un buen rival para el Peugeot 3008 o el Renault Kadjar -aquí tienes nuestra comparativa-.
La linea exterior, muy atlética y con unas dimensiones de 4,48 metros de largo, cuenta con unas formas muy nítidas gracias a unas superficies de músculos marcados y cortos voladizos. Desde todas las perspectivas se puede comprobar su presencia deportiva.
En la parte delantera, por encima de la calandra junto a la rejilla, destaca con orgullo el logotipo de Opel (denominado 'Blitz'). Los laterales, con detalles cromados, abrazan el logotipo del fabricante y fluyen hacia el exterior de los delgados faros de doble ala con tecnología LED.
La vista lateral hace eco de la atractiva combinación de vehículo crossover robusto con elegantes líneas. Los esculpidos pasos de rueda y los protectores sobre la parte inferior del conjunto muestran el potencial del Opel Grandland X fuera de la carretera.
El acabado opcional, en pintura metalizada con el techo en contraste negro, añade un toque extra de personalización. Las líneas fluidas continuan sin problemas hacia la parte trasera del conjunto, donde destaca el diseño en el pilar C, creando un enlace dinámico a la sección trasera.
El Opel Grandland X irradia la misma calidad en su interior: el panel de instrumentos y la consola central, con la inclusión del sistema de infoentretenimiento y la pantalla táctil, están claramente posicionados hacia el conductor.
Las superficies interiores dan al conductor y los ocupantes una sensación de bienestar y comodidad en todos los asientos. Se benefician de la posición de asiento elevada, típica en este tipo de coches, que facilita la entrada y salida y asegura una buena visibilidad.
Su larga distancia entre ejes de 2,67 metros también asegura que el Grandland X proporcione el suficiente espacio para acomodar a cinco personas. El maletero, con un volumen de carga de 514 hasta un máximo de 1.652 litros, ofrece un amplio espacio para portar equipaje en cualquier situación.
Con todas estas características, el Opel Grandland X pretende competir en un segmento cada vez más disputado (aquí tienes la prueba dinámica del Opel Grandland X). Este modelo se une a sus hermanos Opel Crossland X y Opel Mokka X, ambos unos 20 centímetros más cortos en longitud.
La amplia oferta en materia de equipamientos de asistencia y confort está a la orden del día: control de crucero adaptativo con detección de peatones y frenado automático de emergencia, la alerta del conductor por cansancio, o el conjunto de asistencia al estacionamiento con cámara de 360° son sólo algunos aspectos destacados en este apartado.
Así mismo, los conductores y pasajeros a bordo del Opel Grandland X disfrutan de un sistema de infoentretenimiento superior con la última generación del sistema 'IntelliLINK' y la conectividad con servicio de asistente personal 'Opel OnStar'. Los smartphones incluso se pueden cargar de forma inalámbrica a través de la carga por inducción.
El nuevo Opel Grandland X está disponible en tres acabados diferentes, cada uno de ellos más completo que el anterior. El nivel de equipamiento de acceso es el Selective, que incluye de serie llantas de aleación de 17 pulgadas, el sistema multimedia, climatizador digital bizona, detector de señales de tráfico de la vía y el mencionado sistema OnStar -así funciona el coche conectado de Opel-.
El Grandland X Selective parte desde los 22.300 euros. A continuación, el acabado Excellence con un precio que parte desde 24.764 euros y, por último, el escalón más alto desde 28.260 euros que corresponde al acabado Ultimate. Este último ya incluye unas llantas más grandes, de 19 pulgadas, la pantalla táctil de ocho pulgadas, luces dirunas e intermitentes de tipo LED...
Por el momento, el Opel Grandland X solo está disponible con dos motorizaciones, aunque se espera que para el año 2018 estén disponibles algunas variantes más. Las dos opciones a la venta pasan por un motor de gasolina de 1,2 litros turboalimentado que genera una potencia de 130 caballos y un bloque diesel CDTi de 1.600 centímetros cúbicos y 120 caballos.
El Opel Grandland X pretende ofrecer sobre todo una cosa: diversión de conducción y seguridad durante todo el año sobre cualquier superficie. Esto es posible gracias al sistema 'Grip Control' que se encarga de garantizar la mejor tracción en cualquier situación.
El conductor puede seleccionar cualquiera de los cinco modos de conducción disponibles y el sistema adapta la distribución de par a las ruedas (junto con la transmisión automática opcional ajusta también los puntos de cambio), así como la respuesta del acelerador. Esto asegura la mejor tracción y manejo independientemente de si el Opel Grandland X se mueve sobre nieve, barro, arena o superficies mojadas.
Valoración
Nota 7
Si el Grandland ya es de por sí un SUV polifacético, la variante GSe lo es todavía más gracias a su sistema PHEV y a las modificaciones del chasis: es tan capaz para el día a día como para sacarte una sonrisa al acelerar a fondo... y todo ello sin un gasto excesivo.
Puesta a punto dinámica y prestaciones
Precio y estética algo conservadora