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El Kia Sorento es uno de los mejores SUV del mercado. Lo comparamos con el Skoda Kodiaq 2.0 TDI 193 4x4

Foto del redactor Luis I. GuisadoFoto del redactor Luis I. Guisado

Son dos SUV grandes, con siete plazas y tracción integral. Los enfrentamos para descubrir el mejor exponente del segmento D SUV de siete pazas.

Es probablemente una de las pruebas más interesantes que te puedes echar a la cara. Y es que los protagonistas de este cara a cara son el Kia Sorento 2.2 CRDi y el Skoda Kodiaq 2.0 TDI de 193 CV. Ambos, además, son SUV de siete plazas y van equipados con tracción integral, aunque a eso vamos a llegar un poco más adelante.

Si te fijas en las fotos, ves que impresionan: el Sorento tiene un frontal poderoso al estilo del EV9 eléctrico, lo que le da una apariencia espectacular. Por su parte, el Kodiaq, con su recién aterrizada segunda generación, también sigue siendo todo un SUV grande con 4,76 metros de longitud, seis centímetros más que antes

La parte buena es que este aumento de dimensiones exteriores también se nota en el interior. Destaca que en el Skoda te sientas muy alto: 34 centímetros sobre el nivel del suelo en la parte delantera (vas cómodo, pero a lo mejor echas en falta mayor profundidad de la regulación del volante) y 68 detrás. 

Los pasajeros de la zona posterior disfrutan de un espacio generoso y de ángulos corporales cómodos para rodillas y caderas. Por su parte, en el Sorento también vas alto: 71 centímetros delante, aunque su postura de asiento es quizá más relajada aún. 

 

En Kia también han renovado el interior de su modelo. No es que el anterior estuviera mal, pero ahora es mucho más actual. La pantalla central ahora mide 12,3 pulgadas (antes 10,25), y el head-up display también muestra la información en un formato más grande. 

El asiento trasero en el Sorento es ajustable en longitud e inclinación, al igual que en el Skoda, aunque en el Kia el mullido es algo más duro, aunque hay que tener en cuenta que el Sorento que probamos ya ofrece cuero, por lo que puede variar con respecto a la tapicería de tela.

En cuanto a la sensación de calidad, creo que ambos están bastante parejos: ofrecen materiales agradables, mandos de buen tacto y detalles que te facilitan la vida, como los amortiguadores que sostienen el capó: al fin y al cabo, cuestan más de 50.000 euros. 

Skoda se beneficia de su juventud en cuanto a conectividad

En el apartado de asistencias, sale favorecido el nuevo Kodiaq: ofrece, por ejemplo, un Travel Assist, que reconoce curvas cerradas o rotondas y ajusta la velocidad en consecuencia.

Además, el sistema de control por voz es muy receptivo: audio, climatización, calefacción de asientos, puntos de interés... todo se activa por voz con el comando "Hey, Laura".

En el apartado de conectividad, el Kia también tiene sus puntos fuertes: por ejemplo, las más que útiles actualizaciones de tráfico en tiempo real con representación gráfica del estado de la carretera. En el Skoda no todo estaba habilitado (hay funciones de pago), por lo que no pudimos hacer una comparación directa.

Me encantan los 'smart dials'

Smart Dials

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Un punto destacado en el interior del nuevo Kodiaq son los tres grandes diales giratorios que en la marca llaman Smart Dials. Están en la consola central, y desde que conocí este 'invento' durante la prueba que hice del Kodiak 2.0 TDI, creo que es una de las mejores ideas de los últimos tiempos. 

Y es que desde que muchos fabricantes de automóviles eliminaron los controladores giratorios, a menudo ya no había forma de cambiar rápidamente la escala del mapa del navegador sin mirar la pantalla central, por ejemplo. 

Esto se puede hacer en el SUV checo con la ruleta central. A ver: no es la solución definitiva, pero sí un buen reemplazo que se puede operar sin necesidad de perder la vista de la carretera y que puede asignar a seis funciones distintas (volumen, zoom, volumen del aire, modos de conducción...), de manera muy intuitiva, afortunadamente. 

El maletero del Kodiaq aumenta entre 40 y 80 litros, dependiendo de la posición del respaldo del asiento trasero. Debajo del suelo del maletero puede haber una rueda de repuesto, pero con la configuración de siete plazas los asientos hacen perder espacio en el compartimento y no dejan un suelo perfectamente plano. 

Así, al plegar el asiento posterior mediante liberación remota, queda un escalón que puede resultar molesto. Si sueles transportar cargas pesadas, vas a agradecer las sólidas anillas de sujeción que están ancladas al chasis. El Kia solo ofrece anillas de plástico que además van fijadas al lateral.

En marcha: dos barcos, pero uno menos que otro

En cuanto a la conducción, el Kodiaq es más ágil y el Sorento se comporta más como el típico SUV pesado, con una dirección más dura. Es cuestión de gustos, pero en ningún caso son desagradables de conducir salvo que seas de los que busca cualidades que no están en el ADN de los coches.

El Skoda venía con suspensión ajustable (DCC, hasta 15 posiciones –mi favorita era un poco antes de Sport, si te lo preguntas–) con amortiguadores progresivos que en el inicio del recorrido parece que no tiene una buena conexión firme, lo que hace que las juntas de las autopistas se sientan un poco como si los amortiguadores delanteros estuvieran sueltos. 

Solo en el modo Sport todo se vuelve verdaderamente firme, aunque tras haber conducido bastante este modelo he llegado a la conclusión de que el DCC es prescindible. Sin embargo el checo se desenvuelve mejor que el coreano.

Cuando el asfalto no está en buen estado o por ejemplo sobre adoquines, ambos se sienten sólidos, aunque no perfectos. Pero a la hora de avanzar, el Skoda es más ligero y acelera un poco más rápido; el Kia parece más limitado y su octava marcha es muy larga y le hace perder brío.

Según nuestras mediciones, el Skoda es más silencioso, aunque subjetivamente apenas hay diferencia (67 frente a 68 dB en autopista). Pero en cuanto a suavidad de marcha, ambos están a la par, así como en respuesta y dosificación del acelerador y el pedal del freno. 

Si entras demasiado rápido en una curva, notarás que el Kia tiende al subviraje, mientras que el Skoda sobrevira ligeramente. Y aunque aparezcan menús para modos de conducción en campo y la tracción integral sea uno de sus principales atractivos, la distancia al suelo del Kodiaq (19 centímetros) y del  Sorento(17,5) lo hace insuficiente para el que necesite de verdad atravesar zonas complicadas. 

Como conclusión a este cara a cara, solo puedo decir que el Skoda es mejor coche, más que nada porque es más nuevo y se nota en cómo se conduce, cómo gestiona el motor la potencia y el consumo y cómo han resuelto los acabados interiores.

En cuanto al Kia, se queda atrás si te pones a puntuar cada aspecto tal y como lo hacemos en la revista (573 del Skoda frente a 546 puntos del Kia), pero un equipamiento más que generoso, una increíble sensación de espacio, una tercera fila de asientos bastante mejor (incluso con regulación del caudal de aire) y unos asistentes menos entrometidos, yo me quedaría con el Sorento.

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Etiquetas: SUV 7 plazas, SUV