Ni averías, ni problemas inesperados, estos son los vicios ocultos que puede tener un coche de segunda mano

Dice la teoría que un vendedor debe actuar de buena fe y entregar el coche en buen estado. Pero no siempre es así y también hay casos en los que un vehículo cambia de dueño con alguna avería previa que el anterior propietario desconoce. Sea como fuere, si se trata de un vicio oculto durante seis meses es responsabilidad del que vende
La máxima a la hora de comprar un coche de ocasión es asegurarse de que todo está en perfecto estado. Aún así, a veces sucede que al poco tiempo de aparecen averías que no habían dado la cara pero que llevan tiempo ahí. Tienen un nombre legal: vicios ocultos. Y conllevan una responsabilidad para el vendedor.
En las próximas líneas te contamos qué son los vicios ocultos que pueden aparecer en un coche de segunda mano y qué hacer si el que acabas de comprar tiene alguno.
¿Qué son los vicios ocultos?
Técnicamente son vicios ocultos todos los defectos o anomalías graves que pueden aparecer en un coche de segunda mano, con la particularidad de que no se encuentran a simple vista y son difíciles de apreciar incluso si se realiza una prueba.
Para que tengan esta consideración, deben ser anteriores al momento de compra (no importa si el vendedor sabe o no de su existencia). Dice la Ley que "provocan una merma de la utilidad y del valor del vehículo", por lo que de haber conocido su existencia "el comprador no habría accedido a la transacción o, en caso de hacerlo, habría pagado menos dinero".
En resumen, para que se considere que una avería es un vicio oculto debe cumplir los siguientes requisitos:
- Que no sea detectable ni visible en una revisión rutinaria
- Que se haya originado antes del momento de la compra, quedan fuera de esta consideración las averías que surgen por desgaste natural de las piezas
- Que sea un defecto grave, hasta el punto de que impida el uso normal del coche
Responsabilidad del vendedor, pero ¿hasta cuándo?
En base a la definición, no se consideran vicios ocultos aquellos que se pueden descubrir en una inspección rutinaria previa a la compra del vehículo usado. Es importante matizar que la responsabilidad del vendedor se gradúa en función del grado de conocimiento que posea el vendedor.
Los expertos de Garan Ley Abogados explican en su blog que "si el adquiriente es un perito o mecánico y no detecta el vicio oculto, el vendedor podría dejar de ser responsable de ese defecto".

Ahora bien, la responsabilidad del vendedor de un vehículo de ocasión que tiene vicios ocultos no es sine die. Legalmente existe un plazo para poder reclamar que es de seis meses a contar desde el momento de la entrega de las llaves.
Lo que dice la Ley
Los posibles vicios ocultos que pueda tener un vehículo de segunda mano y la formas de proceder ante ellos están regulados en el Código Civil, concretamente en el artículo 1.484. Dice, textualmente: "el vendedor estará obligado al saneamiento de los defectos ocultos que tuviere la cosa vendida, si la hacen impropia para el uso a que se le destina o si disminuyen de tal modo este uso que, de haberlos conocido el comprador no la habría adquirido o habría dado menos precio por ella".
La Ley es clara al respecto: "el vendedor responde al comprador del saneamiento por los vicios o defectos ocultos de la cosa vendida, aunque los ignorase". Es decir, si vendes un coche que tiene alguna avería o defecto eres responsable de la reparación aunque no tuvieses conocimiento del problema.
Qué hacer si tu coche usado tiene un vicio oculto
Pasemos ahora a la práctica. Si antes de que se cumplan seis meses desde la compra del vehículo usado descubres algún vicio oculto podrás exigir al vendedor que se haga responsable. Para ello es fundamental demostrar que la avería existía antes del momento de la entrega de llaves, a través del peritaje de un taller.
Una vez constatado el problema, tendrás que ponerte en contacto con el vendedor. La mejor forma es recurrir a un burofax pues así quedará constancia oficial de la notificación. A partir de aquí, pueden suceder dos cosas: la primera es que el vendedor admita el problema y lo resuelva; la segunda, que trate de eludir su responsabilidad, ante lo cual tendrás que iniciar un procedimiento judicial.

Nos quedamos con la primera: el vendedor asume que ha vendido un coche con un vicio oculto y afronta su responsabilidad. Por ley el comprador tiene varias alternativas:
- Resolver el contrato. En este caso tendrá que devolver el dinero cobrado por el coche que pasará a ser nuevamente de su propiedad
- Solicitar una rebaja del precio, es decir, que el vendedor le devuelva el coste de la reparación del vehículo
Con independencia de la opción elegida, si el vendedor conocía la existencia del vicio oculto el comprador tiene derecho a exigir una indemnización por los daños y perjuicios causados.
Los vicios ocultos más habituales
Volviendo al último de los tres puntos que definen un vicio oculto, para que tenga esta consideración debe ser un defecto grave. Es decir, no podremos reclamar al vendedor que el dibujo de los neumáticos esté más gastado de la cuenta, por poner un ejemplo. Tratándose de un coche, la mayor parte de los vicios ocultos aparecen en el motor. También son frecuentes los relacionados con la suspensión o el sistema eléctrico.
Es difícil localizar los vicios ocultos en un coche pero si además de realizar una inspección a conciencia (mejor si la encargas a un taller de confianza) solicitas un informe a la DGT (para saber si ha sufrido algún accidente) y te informas de los defectos más comunes en el modelo (para prestar atención a estas piezas en la inspección), reducirás las posibilidades de que tener problemas después.
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