Prueba del Ford Bronco 2.7L EcoBoost 4x4: experto en terrenos difíciles
El Ford Bronco ha vuelto, con habilidades todoterreno y compacto según los estándares estadounidenses, al igual que la primera generación. ¿Es mejor que el Wrangler?
Con sus 800 mm de profundidad de vadeo y 238 mm de altura libre al suelo (valores medidos por nosotros), el Ford Bronco 2.7L EcoBoost 4x4 deja claro que es un todoterreno muy serio. El ángulo de aproximación delantero (38 grados) hace poco probable el contacto con rocas, aunque en la parte trasera el soporte de la matrícula europea de este Ford, mal colocado, reduce el ángulo de salida a 31,4 grados.
Comportamiento ‘offroad’
En todoterreno, el Bronco es demasiado bueno como para ser solo un accesorio de estilo frente a una heladería. En arena, el Bronco ofrece un desempeño impresionante: prácticamente no se atasca, y en caso de emergencia, el control de crucero todoterreno "Trail Control" ayuda —¡solo tienes que dirigirlo! -. Incluso los inexpertos pueden lucirse con él.
Aunque no cuenta con el estabilizador desacoplable de la versión Badlands, la suspensión flexible del Bronco proporciona una excelente articulación. Con la función Trail Turn Assist, el Bronco puede girar casi como un vehículo con orugas: solo las ruedas exteriores de la curva reciben tracción.
En el centro de control todoterreno, las marchas cortas, bloqueo central, modos de conducción todoterreno; todo está integrado. Los indicadores de inclinación y ángulo de pendiente están presentes en varias pantallas.
El Bronco tiene cámaras por todo el vehículo, útiles para evitar puntos ciegos en pendientes pronunciadas. El diseño anguloso del Bronco, que lo hace muy manejable y proporciona buena visibilidad, similar al efecto de un Range Rover.
Motor
Un deleite es su bloque biturbo V6 (335 CV, 563 Nm), silencioso al ralentí, pero con un sonido gutural bajo carga, que recuerda a los roadsters británicos clásicos.
El efecto inicial de robustez se desvanece un poco al rodar sobre adoquines: los revestimientos y el techo rígido emiten ligeros chirridos y crujidos. Además, los puntos de soldadura visibles en las uniones de la carrocería, entre las puertas y los estribos, no lucen muy refinados. Los pilares A también se deforman visiblemente al abrir las puertas delanteras. Comprar un vehículo estadounidense (fabricado en Wayne, Michigan) implica tolerar ciertos descuidos.
Interior
El ajuste de los paneles delanteros del techo desmontable no es perfecto, lo cual es notable por un precio de unos 75.000 euros: hay ruidos de viento a velocidades de carretera, y a partir de 120 km/h el Bronco suena como si una puerta estuviera abierta. Esto es común en todoterrenos con techos desmontables por secciones; el Jeep Wrangler tiene un nivel de ruido similar.

A diferencia del Jeep Wrangler, el Ford Bronco presenta una pantalla (12 pulgadas) como elemento central del diseño interior. La forma del salpicadero rinde homenaje al Bronco original. En los asientos traseros, los pasajeros tienen espacio suficiente para las rodillas y una posición elevada. Sin embargo, el respaldo es demasiado vertical y no ajustable.
Conclusión
El Bronco retro, incluso en su versión más económica, es un verdadero escalador, casi al nivel del Wrangler, pero más civilizado en asfalto. Sin embargo, el propietario debe aceptar distancias de frenado largas y baja capacidad de remolque.
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Etiquetas: Todoterreno
Lo mejor
Aptitudes offroad, diseño retro, tecnología, respuesta de su motor V6.
Lo peor
Los acabados interiores tienen margen de mejora.