Este es el peor enemigo de los coches, según un experto de la ITV

Un experto de la ITV explica en un vídeo cuál es el peor enemigo de los coches, un problema que, si no se remedia, puede comprometer la integridad estructural.
A lo largo de su vida útil, un vehículo se enfrenta a numerosos problemas que, sin el mantenimiento adecuado, puede resultar faltar. En concreto, uno de esos problemas es el peor enemigo de los coches, como indica un experto de la ITV.
Los técnicos que realizan las inspecciones de los vehículos ven de todo cuando entra un coche en una estación, unos en buen estado y otros en lamentables condiciones.
Un experto de la ITV se ha hecho viral en las redes sociales con la cuenta itvdeltiktok, donde muestra algunos vehículos para explicar su estado. A veces, se trata de un coche con muchos kilómetros que recomienda para comprar de segunda mano por su fiabilidad y durabilidad.
Otras veces, para mostrar las consecuencias de no hacer un buen mantenimiento. Esta vez, comprobamos los bajos de un coche lleno de óxido, “uno de los mayores enemigos de los coches”, apunta en el vídeo, “porque el óxido lleva a la corrosión y, al final, el material sufre fatiga, se puede desgastar y romper prematuramente”.
El óxido, el peor enemigo de los coches
El experto de la ITV continúa la exploración, donde vemos “un coche que está atacado por el óxido, la mangueta trasera y la pinza de mano también está atacada, vemos el tornillo que está muy comido por el óxido…”
“Es una cosa que parece inofensiva, pero que, a la larga, puede traernos un problema, sobre todo, como vemos, en el caño de escape, que está completamente oxidado y va a empezar a corroerse”.
El óxido puede ser especialmente perjudicial en el escape, porque, “si tenemos alguna rotura o fisura en el escape, sobre todo en los coches gasolina, podemos tener problemas a la hora de pasar la ITV, en la prueba de gases, ya que la [sonda] Lambda se nos va a disparar y podemos tener algún problema”.
“Vemos que la tornillería y algunas vigas”, continúa, “también están atacadas por el óxido, que no es todavía corrosión, pero no le quedará mucho tiempo”.
En cambio, “en el tren delantero no hay nada corroído. Está todo bastante bien, tanto el palier como la mangueta, el brazo de suspensión, el fuelle, las rótulas… El motor no está oxidado, no tiene ningún rezume de aceite”.
Diferencia entre óxido y corrosión
Conviene aclarar que no es lo mismo óxido que corrosión. La diferencia radica en el proceso subyacente: la corrosión es una reacción química que provoca el deterioro de los metales, mientras que la oxidación es un tipo específico de corrosión que involucra la unión del oxígeno con los metales, formando el óxido.
La corrosión puede comprometer la integridad estructural de un coche, sobre todo, si afecta a zonas críticas, como el chasis o los bajos. Los signos que alertan de la corrosión incluyen la formación de óxido en la chapa, especialmente en áreas propensas a acumular suciedad o humedad.
Como explican desde el Race, un coche oxidado compromete componentes críticos del vehículo, aumentando el riesgo de fallos mecánicos y accidentes, lo cual afecta directamente la seguridad de los ocupantes y la fiabilidad del transporte.
Evitar la aparición de óxido es crucial para garantizar la durabilidad de un vehículo. Para ello, es necesario realizar un adecuado mantenimiento, incluyendo inspecciones periódicas de posibles áreas propensas a la corrosión, así como el lavado regular del coche, especialmente, en climas húmedos o salinos.
Si, finalmente, el óxido termina apareciendo, lo más recomendable es tratar rápidamente las áreas afectadas y aplicar revestimientos protectores que ayuden a detener el avance de la corrosión en la carrocería.
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Etiquetas: ITV, Mantenimiento del coche