No a la venta (antiguo)
Nota 8
Coincidiendo con el vigésimo aniversario del SLK, el fabricante alemán ha decidido rebautizar y actualizar a su roadster compacto, que desde ahora se denomina Mercedes SLC. La elección de este nombre no es casual, con el cambio realizado la marca quiere reflejar el parentesco de este modelo con el Mercedes Clase C de forma que encaje mejor en su nueva estrategia de producto. Por sus características y oferta mecánica, este descapotable se presenta como una alternativa a vehículos como el BMW Z4 o el Audi TT Roadster. Como el vehículo de BMW y a diferencia del modelo de Audi, el Mercedes SLC emplea un techo metálico escamoteable que permite transformar el coche con tan solo presionar un botón. Se puede abrir en movimiento a velocidades de hasta 40 km/h, sin embargo, es necesario estar parado para poder empezar la maniobra, cosa que no sucede en su hermano mayor, el Mercedes SL. De este último también hereda el techo opcional panorámico de cristal con 'Magic Sky Control', que puede aclararse u oscurecerse a voluntad.
Con la llegada del Mercedes SLC no solo se produce un cambio en la denominación, también introducen multitud de novedades en el apartado estético, en el habitáculo y en la oferta de motorizaciones. Visualmente ahora luce una imagen más deportiva gracias a su nuevo frontal, en el que destaca especialmente su parrilla de efecto diamante o su nuevo capó, con forma de flecha. Otro rasgo identificativo del morro son sus faros y el paragolpes, que ahora integra llamativas entradas de aire que terminan en un borde inferior rematado con un perfil cromado. En la vista de perfil, el Mercedes Clase SLC deja clara su condición de roadster de propulsión gracias a su alargado capó, a su retrasado puesto de conducción y a sus cortos voladizos. La carrocería alcanza una longitud de 4,13 metros y cuenta con una marcada línea de cintura ascendente que culmina en la zaga. Los marcados pasos de rueda puede acoger llantas de aleación de entre 16 y 18 pulgadas de diámetro, en función de la versión y de las opciones seleccionadas.
La parte trasera del Mercedes SLC está dominada por los grupos ópticos en técnica LED que, como suele ser habitual en los productos de Mercedes, adquieren para la ocasión una distribución horizontal. También cambia el paragolpes, que cuenta en su parte inferior con un difusor de color negro que cuenta con un perfil cromado y que, al mismo tiempo, integra las salidas de escape. Los cambios de la carrocería son importantes, los realizados en el habitáculo no son tan llamativos.
Mercedes ha querido mejorar la sensación de calidad y es por ello que el sustituto del Mercedes SLK estrena nuevas molduras de aluminio, aunque también es posible escoger otras en efecto fibra de carbono. Han rediseñado el cuadro de instrumentos, de forma que ahora los dos relojes exhiben unas esferas negras con unas agujas rojas dan una pincelada de color y deportividad. Entre estos dos relojes se integra una pantalla multifunción de 4,5 pulgadas. No es la única pantalla presente en el habitáculo del SLC, pues también hay un display situado entre los dos difusores de ventilación de la consola central. Ahora este alcanza las siete pulgadas (antes medía 5,8 pulgadas) e incorpora los últimos avances en conectividad y entretenimiento. Otra novedad importante es el 'Dynamic Select', un sistema que ya incorporan otros vehículos del fabricante de la estrella, como el Mercedes-AMG GT. Como en este último, en el caso del Mercedes SLC está compuesto por un mando que, desde su ubicación en la consola central, permite elegir entre cuatro modos de conducción: 'Eco', 'Comfort', 'Sport' y 'Sport+'. Cada uno de estos modos altera las características del vehículo variando parámetros como la respuesta del motor, de la dirección o de las suspensiones, en este último caso, si monta los amortiguadores variables. Adicionalmente, para aquellos clientes que demanden la mayor deportividad posible, Mercedes ofrece un paquete denominado 'Dynamic Handling Package'.
Si pasamos al apartado de motores, Mercedes ofrece cinco propulsores diferentes para la gama del Mercedes Clase SLC. El nuevo modelo básico de la gama es el SLC 180 de 156CV, que se contenta con un consumo mixto de 5,6 l/100 km, aunque esta variante no se comercializa en España. El modelo de gasolina más asequible aquí es el SLC 200 de 184CV, que logra un gasto medio combinado de 5,9 litros por cada cien kilómetros. En otros países también venden el SLC 300 de 245CV, también con un motor de cuatro cilindros y dos litros de cilindrada. Por potencia, el siguiente escalón dentro de la oferta disponible en España es el Mercedes SLC 250d, que según la marca, es el campeón en eficiencia. Cuenta con un motor diésel de cuatro cilindros y 2.2 litros que desarrolla 204CV de potencia máxima y 500 Nm de par. De esta forma y junto con la caja de cambios automática de nueve velocidades, logra un gasto medio de combustible de tan solo 4,4 l/100km. Como tope de gama encontramos al Mercedes SLC más potente y deportivo, el único que lleva el apellido 'AMG'. Se trata del Mercedes-AMG SLC 43, que cuenta con un 3.0 V6 BiTurbo que desarrolla 367CV y 520 Nm de par motor, lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y alcanzar una velocidad punta autolimitada de 250 km/h. La características especiales de este modelo no se limitan únicamente a su propulsor de gran rendimiento, también han realizado cambios de consideración a nivel de suspensiones, frenos, dirección o chasis.
Por ejemplo, el eje delantero de tres brazos monta manguetas más rígidas y se distingue por contar con mayor caída negativa en las ruedas. En combinación con los nuevos cojinetes de los brazos transversales, este diseño es la clave de un comportamiento mucho más ágil y de una respuesta más precisa y directa del tren de rodaje y, según la marca, permite alcanzar mayores velocidades en las curvas. El eje trasero de cuatro brazos también ha sido modificado, al igual que los soportes del motor y de la caja de cambios, que son específicos del Mercedes SLC firmado por 'AMG'. Destacar que aunque de serie monta un diferencial que emula la función de un autoblocante empleando los frenos, opcionalmente puede equipar un diferencial autoblocante mecánico 'AMG'.