Elon Musk la lía con la última explosión de uno de sus cohetes, que abrió un agujero enorme en la atmósfera de la Tierra

Durante el fallido despegue de la nave Starship de SpaceX, las dos explosiones que destruyeron el cohete abrieron un agujero enorme en la atmósfera. Este orificio estuvo abierto durante casi una hora abarcando un área de miles de kilómetros.
SpaceX es una de las empresas que conforman el conglomerado empresarial de Elon Musk. Tesla es otra de esas compañías, y tal vez la más famosa de todas. Sin embargo, el capítulo que tuvo lugar el pasado 18 de noviembre lo protagonizó la empresa dedicada a la exploración espacial y que aspira a democratizar los viajes interplanetarios.
Ocurrió hace ahora casi 10 meses, cuando SpaceX lanzó Starship desde Boca Chica, en Texas (Estados Unidos). El cohete más grande jamás construido se despegó con el objetivo de realizar una prueba no tripulada. La nave había sido diseñada para ser reutilizada, pero acabó destruida por dos explosiones poco después de alzar el vuelo.
La primera etapa de la nave Starship explotó poco después de separarse de la etapa superior, a aproximadamente 90 sobre el Golfo de México, mientras que la segunda etapa fue destruida a una altitud de unos 150 kilómetros después de que se activara el mecanismo de autodestrucción, según explica el diario ABC.
El agujero estuvo abierto durante casi una hora
Estas detonaciones no solo destrozaron el cohete, sino que también supuso que se abriera uno de los agujeros más grandes que se ha detectado en la ionosfera. Con miles de kilómetros de superficie abierta, el agujero se mantuvo durante casi una hora antes de que volviera a cerrarse.
La ionosfera es la capa más alta de la atmósfera terrestre y se extiende de unos 50 a unos 1.000 kilómetros sobre el nivel del mar.
Tras la investigación, los equipos de investigación trataron de averiguar cómo habían afectado las dos explosiones a la ionosfera examinando datos de más de 2.500 estaciones terrestres que reciben señales de navegación por satélite ubicadas en América del Norte y el Caribe.
Fue entonces cuando descubrieron la magnitud de agujero ocasionado por las detonaciones de la nave Starship en la ionosfera. Esas explosiones “produjeron ondas de choque que viajaron más rápido que la velocidad del sonido, convirtiendo la ionosfera en una región de atmósfera neutra”, según explica la sección de ciencia del diario español.
Esto se convirtió en un enorme agujero que, durante casi una hora estuvo abierto abarcando desde la península de Yucatán, en México, hasta el sureste de los Estados Unidos.
El desencadenante habrían sido los gases de escape de los cohetes, capaces de desencadenar reacciones químicas que producen este tipo de agujeros temporales en la ionosfera, incluso si no se producen explosiones.
Sin embargo, en este caso las ondas de choque tuvieron un efecto aún mayor, originado una de las meteduras de pata más impactantes del equipo de científicos de SpaceX.
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