Uno de los países número 1 en coches eléctricos se ha dado de bruces con el mismo problema que tenemos en España, aunque por motivos diferentes

En Suecia, uno de los principales países en coches eléctricos del mundo, los conductores tienen problemas para encontrar cargadores públicos disponibles.
La implantación del coche eléctrico no está siendo un camino de rosas. A excepción de países como Noruega, el verdadero número 1 en electromovilidad gracias a una cuota de ventas de casi el 90% este último año; y a China y su programa NEV (New Energy Vehicles), el resto de naciones del primer mundo avanzan a un ritmo mucho más lento del deseado.
La llegada de la movilidad eléctrica no es solo una cuestión de vender coches. Va más allá incluso de cambiar la percepción de los conductores. Va de adaptar las políticas para favorecer su expansión y de poner a disposición de los usuarios una infraestructura de carga lo suficientemente amplia y bien ubicada como para que se pueda recorrer el país de un extremo a otro sin desviarte de la ruta.
Y esto no es un problema presente en países más atrasados -a nivel de electrificación- como es el España. Ocurre incluso en grandes potencias donde las ventas de vehículos ecológicos, tanto coches híbridos enchufables como eléctricos puros, superan el 60% del mix de nuevas matriculaciones.
Los conductores de coches eléctricos en Suecia se enfrentan al problema de una infraestructura de carga limitada
Hablamos de uno de los bastiones de la movilidad eléctrica europea, Suecia. Los suecos están sufriendo una de las problemáticas del coche eléctrico desde hace tiempo: una infraestructura de carga insuficiente para el volumen de vehículos enchufables que hay en el país.
Esto pone de manifiesto las limitaciones de un sistema ineficaz, además de generar frustración e incluso que muchos conductores convencidos de las bondades de la movilidad eléctrica estén replanteándose la compra de un híbrido o de un coche de combustión tradicional.
La creciente concienciación de la ciudadanía sueca en el ámbito de la movilidad sostenible contrasta con los problemas derivados de una burocracia que no supo prever el ritmo tan acelerado que ha impuesto el mercado en los últimos años.
En Suecia, seis de cada diez coches nuevos que se matricularon en 2024 fueron eléctricos o híbridos enchufables. El gobierno del país nórdico tenía previsto una expansión gradual de la red de carga pública, pero las ventas han superado al número de estaciones de carga, generando demoras, colas y problemas para viajar al volante de un coche enchufable.
Estos problemas se manifiestan en grandes ciudades como Estocolmo, Malmö y Gotemburgo, además de las rutas principales que conducen hacia los países vecinos, Noruega y Dinamarca, tal y como informan desde el diario El Economista.
Los conductores se enfrenten ahora a la dificultad añadida de planificar un viaje largo con un coche eléctrico, sin saber si tendrán acceso a tiempo a un punto de carga público y, lo más preocupante, si esa estación estará operativa cuando llegue el momento de recargar la batería.
Según un informe reciente publicado por la Asociación Sueca de Vehículos Eléctricos, aproximadamente el 15% de los cargadores públicos del país están fuera de servicio, lo que agrava aún más la situación.
Peligrosos cambios de opinión entre usuarios de vehículos eléctricos
Esta limitación en la infraestructura de carga pública de Suecia está provocando incluso que algunos conductores se estén replanteando si han acertado en su decisión de comprar un coche eléctrico.
Una encuesta en la que se buscaba determinar cuál es la tendencia de electrificación del mercado del automóvil local en 2025, esclareció que el 35% de los conductores que actualmente manejan un coche eléctrico estarían considerando volver a un vehículo de combustión tradicional o a un híbrido debido a los problemas relacionados con las posibilidades de carga que ofrece el país.
Por si no fuera suficiente, la estandarización del automóvil eléctrico en zonas rurales de Suecia es todavía más complicada debido, precisamente, a este problema con la red de carga. En estas áreas, la disponibilidad de cargadores públicos es aún más limitada, con largas distancias entre puntos de recarga que acaban con la intencionalidad de compra de muchos conductores.
El gobierno de Suecia, por último, espera instalar 10.000 nuevas estaciones de carga para 2026. Sin embargo, un informe del Instituto de Tecnología de KTH expone que el país necesitaría al menos 25.000 nuevos cargadores públicos para finales de la década si se quiere abastecer a toda la flota de vehículos eléctricos.
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Etiquetas: Recarga coches eléctricos