Probamos el Nissan Qashqai e-power: un SUV híbrido peculiar, pero que funciona
Seguro que te imaginas los híbridos con un motor eléctrico y otro de gasolina. Pero este Nissan Qashqai e-Power siempre avanza con un propulsor eléctrico. Y va bien.
Menudo honor el del Nissan Qashqai e-Power de esta prueba. Su nombre estará unido para siempre a ese momento en el que los japoneses se sacaron de la manga un modelo que ni era compacto ni era todoterreno para acabar por asentar un segmento que antes no existía: el de los SUV generalistas.
Es cierto que en su momento solo existía con un motor atmosférico 2.0 de gasolina y un par de versiones dCi (sí, compartidos con Renault, marca compañera en la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi), pero los tiempos han cambiado... y mucho.
Tras casi dos décadas de éxitos, el Qashqai llega con un lavado de cara de su actual generación, la tercera, que se presentó hace no demasiado: en 2020. Entonces el principal cambio era que abandonaba los motores de gasóleo que tan bien funcionaban por dos versiones mild hybrid de gasolina que, eso sí, tenían pegatina Eco.
Más adelante llegaron las versiones e-Power, que sí que se pueden llamar híbridos "de verdad", aunque tienen una peculiaridad: el motor de gasolina sirve para generar energía y es el motor eléctrico el encargado de mover la ruedas y de fijar la cifra de potencia y par: 190 CV y 330 Nm.
En general, de la prueba del Qashqai e-Power me llevo buen sabor de boca por su funcionamiento. La principal razón es que como es el propulsor eléctrico el que impulsa a las ruedas, el feeling del acelerador es muy inmediato y parecido al de un coche de baterías.
Además de eso, se mueve durante mucho tiempo tirando de la batería, lo que me llama la atención porque es de solo 2,1 kWh.
Cuando sales a la carretera, responde y te cuida
Esto, como podrás imaginar, afecta al consumo: en ciudad es fácil ver cifras de cinco litros bajos, aunque si sales a autopista llegarás a seis, que es exactamente la cifra que he podido medir en la prueba de consumo por mi recorrido habitual donde, como siempre, no he buscado el miniconsumo, sino una conducción real.
En marcha te ofrece una muy buena calidad de rodadura. No está mal insonorizado y, en general, es muy agradable de conducir. Solo si pisas a fondo vas a sentir que el motor de gasolina se revoluciona para generar electricidad, pero está bien aislado.
Cuando necesitas potencia, la tienes, y la sensación de empuje es contundente, y eso que he medido unas prestaciones un poco peores que las oficiales. Aun así, las recuperaciones están en la línea de lo que esperas de un modelo así y te permitirán adelantar con soltura: el 60 a 100 km/h lo hace en 3,9 segundos y el paso de 80 a 120 lo hace en 4,6 segundos, según nuestras mediciones.
De todos modos, lo suyo es una conducción tranquila, entre otras cosas porque el pedal del freno tiene un tacto un poco raro y el paso de la frenada regenerativa a la hidráulica es brusco y demasiado diferenciado.
En cuanto al chasis, está bien pensado para hacer una carretera de curvas a buen ritmo, pero nunca con el objetivo en adelantar a ese Golf GTI Clubsport que llevas delante. El chasis simplemente no aguanta el ritmo fuerte y te lo hace saber subvirando y con movimientos de la carrocería no deseables. ¿Sorprendido? No deberías.
Y es que este es un coche cómodo. Al volante vas a disfrutar de unos asientos de buen tamaño que recogen bien tanto los muslos como la espalda, y tus acompañantes de las plazas traseras van a ir mejor que bien gracias a su buen espacio en todas las cotas, a pesar de que la visibilidad quizá podía ser algo mejor.
Como también podrían mejorar algunos detalles en los que el Qashqai de la prueba pierde algún punto: las puertas se abren muchísimo, pero luego rozas con el paso de rueda, lo que te puede dejar alguna mancha en la ropa. En cuanto al maletero, al utilizar el doble fondo no se queda el suelo plano. Nada grave.
En este sentido, creo que también tendría que mejorar el sistema de infotainment: tras el volante, el cuadro de relojes se lee bien, pero estoy seguro de que has visto diseños más vistosos y alegres. Tampoco el diseño de la pantalla central es especialmente llamativo, y además se desaprovecha la posibilidad de pone widgets, que son repetitivos y están desaprovechados.
A cambio, está basado en Google, con lo que el sistema es estable, fluido y además se maneja de manera lógica y relativamente sencilla.
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Etiquetas: SUV, SUV híbridos
Lo mejor
Calidad de rodadura, tacto de la direccion, cómodo en marcha, bien aislado del aire, acceso a las plazas traseras.
Lo peor
Rumorosidad del motor al pisar el acelerador a fondo, diseño del infotainment, widgets escasos y desaprovechados.